No creo en las primeras impresiones.
O sea, son muy importantes, pero que digan que la primera impresión es lo que cuenta, solo se dejan engañar fácilmente. Creen que de verdad convencerán al escéptico, como yo, o que serán recordados por eso.
Y en parte es verdad. Esas personas que dejan una primera impresión, y que se encargan de seguir impresionando, se llevan todos los premios. Pero muchos malinterpretan la situación, o abusan de ella.
Que usted impresione la primera vez y no continúe haciéndolo en el camino es el doble de decepcionante.
El ejemplo que me viene a la cabeza de primero es una entrevista de trabajo. No se imaginarán la cantidad de personas que dan el todo en ella, y al cabo de unos meses de ser contratado, son echados de la compañía. Aparentemente, reducción de personal... ¡Uy sí! ¡Qué misterio!
En una relación amorosa, muchos han caído (hombres y mujeres).
Es gracioso porque la frase esa que dice "la primera impresión es lo que cuenta" y "no juzgar a un libro por su portada" son tan contradictorias entre las dos que entonces... ¿cuál es la verdadera? ¿Ambas o ninguna?
Esas son de las frases inventadas por nosotros que creemos que con usarlas de argumento, ya se gana cualquier discusión, o se deja claro un punto de vista. Al menos a mí no me engañan.
A estas alturas, ya se habrán percatado que ni una ni la otra son totalmente ciertas, y que son convenientemente usadas en algunas ocasiones. Sin embargo, conocer a alguien completamente es difícil. Dicen que ni en una vida conocemos a una persona, pero también exageran. ¿Cuándo terminamos de conocer a una persona? Cuando sabes qué le hace feliz, qué forma de pensar tiene, (sus secretos de paso, aunque es relacionable con su tiempo de vida. Siempre habrá un secreto nuevo). Si incluso sabes a qué tiende esa persona, sabrás con certeza qué tanto cambiará en el futuro. Y el simple hecho de que sepas cómo y por qué esa persona va a cambiar después, te hace muy conocedor.
Que te sorprenda algo en la que creías que no sería capaz es que no has estado prestando atención, ni haciendo las preguntas correctas.
La portada es tan mentirosa la mayor parte de las veces que no sabemos cómo actuar en el camino. O al menos, no podemos mentalizarnos en lo diferente que resultó ser el libro porque nos quedamos hipnotizados por la primera impresión.
Todo el mundo miente. Grandemente, o levemente, todos lo hacemos. Desde una mentira piadosa, hasta desastrosa. Pero el uso de ellas ha sido nuestra culpa. Nos hemos forzado nosotros mismos al vivir en una sociedad tan... corrupta, que ha sido mejor decir una mentira para evitar un desastre que decir la verdad en el momento.
Tenemos tanto miedo de la reacción que podría tener una persona cuando se llega a enterar de la verdad que se nos hace difícil ser sinceros. Primero, por costumbre a mentir, y segundo, por ser necesario a veces ser hipócritas. Después de todo, la mentira nos lleva a mejores lugares a corto plazo, pero la verdad nos supera a largo plazo.
Vivimos en un mundo de apariencias. Eso es lo que hemos hecho del mundo.
Inventamos frases, contradictorias entre otras, y solo son para usarlas convenientemente, y mentirnos a nosotros mismos.
La portada, debería ser para ti, algo a tomar en cuenta, pero no completamente...
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